"Los coches más antiguos y contaminantes tendrán que pagar un cargo adicional para conducir por el centro de Londres a partir del 23 de octubre", ha anunciado el alcalde de Londres.
Los conductores afectados por esta tasa de 10 libras, más conocida como 'T-Charge', serán los propietarios de coches antiguos o que más contaminen que quieran entrar en la zona con más carga de congestión de coches, el centro de Londres.
El Ayuntamiento de Londres estima que hasta 10.000 vehículos serán responsables de la nueva tasa de emisiones, mientras los más críticos dicen que su impacto en la reducción de la contaminación de la ciudad será "insignificante".
Los propietarios de vehículos diésel y gasolina fabricados antes de 2005 que no cumplan con los estándares de emisiones de óxido de nitrógeno (NO2) y partículas de la normativa europea Euro 4 estarán obligados a pagar.
También se ha lanzado un comprobador online gratuito de vehículos en la página web de Transport for London que permite a los conductor verificar si su vehículo se verá afectado por la tasa.
"Es asombroso que vivamos en una ciudad donde el aire es tan tóxico que muchos de nuestros niños están creciendo con problemas pulmonares", dijo Sadiq Khan, el alcalde de Londres. "La tasa T-Charge es un paso vital en la lucha contra los vehículos diésel que más contaminan", añadió.
El alcalde también ha pedido al Gobierno que establezca un plan nacional para ayudar a la gente a reemplazar los vehículos afectados por estos planes para aliviar la contaminación.
El Ayuntamiento dijo que su investigación mostró que las personas que viven en las zonas más necesitadas de Londres, en su mayoría colindantes con las carreteras más transitadas de la ciudad, están expuestas un 25% más a los altos y dañinos niveles de contaminación por NO2.
Shaun Bailey, portavoz conservador de medio ambiente en la Asamblea de Londres, dijo que la consulta de Transport for London (TfL) mostró que el T-Charge solo afectará al 7% de los vehículos que ingresan a la zona de congestión.
"Se prevé que la principal política medioambiental sobre el tráfico de coches en la ciudad del alcalde tenga un impacto 'insignificante' en la calidad del aire, reduciendo los gases perjudiciales en solo un 1-3%", dijo Shaun Bailey.
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