Los medicamentos contra la caída del cabello pueden causar disfunción eréctil en los hombres, advierten los científicos.
Aquellos hombres que tomen un estimulante para el crecimiento del cabello han sido dejados impotentes por un promedio de cuatro años después de tomar la medicación, ha concluido el estudio científico.
A los hombres tratados contra la calvicie que han sido investigados en el estudio científico les ha sido imposible mantener una erección a pesar de haber recibido Viagra para tratar de resolver su problema.
Es importante saber si estás tomando finasteride porque los expertos ahora dicen que es un factor de riesgo más grande que la diabetes, la presión arterial alta y fumar.
El fármaco, vendido como Propecia, reduce el nivel de antígeno prostático específico y se utiliza para tratar la calvicie de patrón masculino.
Investigadores científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern evaluaron los efectos del estimulante del crecimiento capilar, que toma Donald Trump, y la dutasterida.
Steven Belknap, el autor del estudio, dijo: "Los hombres que toman finasteride o dutasteride pueden tener una disfunción eréctil persistente, con la que no podrían tener erecciones normales durante meses o años."
Ambos son bloqueados hormonales masculinos que evitan que la testosterona se convierta a su forma más activa.
El primero se prescribe a algunos hombres con calvicie y también se vende bajo el nombre de la marca Proscar.
Mientras que el último, más conocido comúnmente como Avodart, se utiliza principalmente para reducir el tamaño de la próstata.
De los 11.909 hombres que fueron analizados, el 1,4% continuó desarrollando disfunción eréctil persistente. Esto siguió durante un promedio de 1.348 días.
Antes de este estudio publicado en PeerJ, la investigación era escasa sobre los efectos sexuales de tomar finasteride y dutasteride.
Tampoco hubo evidencia sólida de que tomar estas dos sustancias durante un largo período de tiempo aumentara el riesgo de impotencia.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que los hombres menores de 42 años que usaron cualquiera de estos dos fármacos durante 7 meses tuvieron un riesgo 4,9 veces mayor de padecer impotencia.
Esto sucede después de que científicos turcos descubrieran que el tipo de sangre podría influir en el desempeño de un hombre bajo las sábanas.
Aquellos con tipos de sangre A, B o AB son hasta cuatro veces más propensos a sufrir impotencia que los hombres que tienen el tipo de sangre O.
Los hallazgos fueron significativos, ya que se estima que más de la mitad de los hombres tienen los tres tipos de peligro.
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